Dos presidentes de las organizaciones comunales encargadas de brindar los servicios de saneamiento en las zonas rurales del Perú, también conocidas como juntas administradoras de servicios de saneamiento (JASS), explican la importancia de la cuota familiar, el aporte que sus asociados realizan cada mes para cubrir los gastos por los servicios de agua y alcantarillado de su comunidad.
“Ese pago sirve para comprar cloro, que garantice un agua
más segura. Hacer trabajos de mantenimiento del sistema, una rotura. Porque a
veces se malogran los tubos, también para pagar a una persona encargada que vea
los desperfectos que hay, los sanee. Cualquier desperfecto que haya, también se
paga a esa persona. El pago que se hace por usuario de dos soles mensual”,
indica Isaías Chuquicahua Requejo, presidente de la junta administradora de
servicios de saneamiento (JASS) Yanapaccha, ubicada en la provincia de Cutervo,
región de Cajamarca, en la sierra norteña del Perú, sobre la cuota familiar,
que cada mes aportan sus asociados para cubrir los gastos de los servicios de
agua y alcantarillado de su comunidad.
Así como en Yanapaccha, miles de personas en las zonas
rurales del país realizan este pago para recibir el servicio de agua segura, es
decir, agua debidamente desinfectada, previniendo así enfermedades diarreicas
agudas, desnutrición y anemia. Sin embargo, para que este pago sea justo y
preciso, las organizaciones comunales deben aprender a calcular su valor.
“En nuestra JASS Florida Baja, la cuota familiar es de 15
nuevos soles cuando consumimos de 1 metro cúbico hasta los 7 metros cúbicos.
Pero si nos pasamos de los 7 metros cúbicos, la cuota familiar cuesta 2.5 cada metro
cúbico. La cuota es muy importante porque nos permite ser responsables y
cumplir con lo establecido en el plan operativo anual. También nos permite
cubrir algunos gastos que se toman como acuerdos en las asambleas generales”,
sostiene Sayra Rafael Montoya, presidenta de la JASS Florida Baja, ubicada en
el distrito de Laberinto, región de Madre de Dios.
En Laberinto como en Yanapaccha, se aplica la metodología
para el cálculo de la cuota familiar aprobada por la Sunass, que propone que el
valor de la cuota se fijará de acuerdo con el plan operativo anual, donde
determinan qué mejoras van a realizar, a cuántas personas van a brindar el
servicio, si presentan morosidad, entre otros.
Con un adecuado cálculo, la cuota familiar les permitirá cubrir los costos de las actividades de administración, operación, mantenimiento, reposición de equipos y rehabilitaciones menores, a fin de garantizar la sostenibilidad de la prestación de los servicios. Uno de los principales gastos es la compra de cloro y el pago para el operador de los sistemas. El valor de la cuota familiar se calcula cada año.
“Al operador se le paga por cualquier desperfecto que haya, se le paga para que lo arregle 10 soles. Lo que mayormente se malogran son las tuberías, ya tenemos comprados nuestros tubos y cuando hay rotura de tubo de ahí cogemos y se repone, a veces se malogra las llaves, también tenemos llaves compradas en almacén para cualquier desperfecto que haya”, refiere Isaías Chuquicahua Requejo, presidente de la JASS Yanapaccha.
¿Pero, cómo se realiza este aporte? Sayra Rafael nos precisa
que, en su comunidad, los asociados deben acercarse a la oficina de la
tesorera. Y, luego, para transparentar los gastos, realizan una rendición de
cuentas a los asociados en asamblea general.
“Todos los socios realizan el pago mediante un recibo y
deben acercarse a la oficina de la tesorera. Los días de cobro son los 10 de
cada mes. La rendición de gastos o cuentas se hace cada tres meses mediante una
asamblea general extraordinaria. Dentro de nuestra JASS Florida Baja evitamos
la morosidad de nuestros socios porque si los socios no pagan en la fecha establecida,
pasada la fecha deben pagar un sol diario de mora”, precisa Sayra Rafael
Montoya, de la JASS Florida Baja.
Sayra Rafael Montoya, de la JASS Florida Baja (Madre de Dios) |
En julio de 2018, la Sunass aprobó la metodología para fijar el valor de la cuota familiar por la prestación de los servicios de saneamiento brindados por organizaciones comunales, mediante la Resolución de Consejo Directivo N°028-2018-SUNASS-CD.
A partir de entonces se realizan talleres de capacitación a
las organizaciones comunales para aplicar dicha cuota y dar sostenibilidad a
sus servicios de saneamiento.
Dory Saldaña, ingeniera que trabaja en el área técnica
municipal (ATM) de la comuna de Cutervo, en la región de Cajamarca, explica
que, como sucedió con la JASS Yanapaccha, así como otras de su distrito, se
realizan capacitaciones para promover la metodología para establecer la cuota
familiar.
“Nosotros también, como ATM, salimos a las diferentes
comunidades, diferentes JASS y también les apoyamos con el cálculo de la cuota
y de acuerdo con el plan operativo anual que tiene cada JASS”, declara Dory
Saldaña.
La cuota familiar permite mantener el buen estado de los
sistemas de agua y alcantarillado, lo cual asegura la provisión de agua segura
y evita enfermedades como la anemia, desnutrición, parasitosis, COVID-19, entre
otros, para el progreso y la calidad de vida de la población rural del país.