Juan Lepiani es el autor de las pinturas con las que hemos imaginado los episodios más importantes que sucedieron en el Perú, como la escena de los trece de la isla del Gallo, la proclamación de la Independencia, la conferencia de Punchauca y, en especial, de la guerra contra Chile. Una reciente tesis, la primera sobre su obra, estudia la historia nacional en sus cuadros, en los que se mezclan lo heroico, lo trágico y la violencia.
1899. Solo dieciséis años habían
transcurrido desde el final de la Guerra del Pacífico (1879-1883). Sus causas y
consecuencias se debatían en la literatura de Manuel González Prada y en la
pintura de Juan Lepiani, quien ya había presentado “La Respuesta”, cuadro sobre
el momento en el que Francisco Bolognesi responde que pelearía hasta quemar el
último cartucho.
Pero ese año, otro suceso de esa guerra
despertaba su interés: la batalla de Arica (7 de junio de 1880). Para pintar la
trágica muerte de Bolognesi, decide ir al mismo morro, previa carta de
recomendación del presidente Nicolás de Piérola para ingresar a Arica (entonces
cautiva por Chile), según describe la tesis "La historia nacional en la pintura de Juan Lepiani" (2018) de Ana Karina Saldaña. Entonces, ahí, se documenta, mide el paisaje,
toma fotografías, llega a exhumar cuerpos, junto al historiador Gerardo Vargas
Hurtado, tiene contacto con soldados y conversa con los peruanos que vivían
allí, quienes le dan referencias sobre la batalla y el sacrificio de Alfonso
Ugarte.
El cuadro [primera imagen de este post], que titula “El último
cartucho”, se exhibe ese mismo año en la Casa Dubois (actual Jirón de la Unión)
e impacta por su drama, movimiento y violencia, además de sus dimensiones (de
4.90 x 2.94 metros).
Un día antes del inicio de la muestra,
el 21 de octubre de 1899, acude el presidente Eduardo López de Romaña. Impresionado,
solicita al ministro de Instrucción (ahora de Educación) que sea visitado por
los estudiantes y se use para dictar las clases de historia. Los alumnos, según
registran los diarios, recitan poesías y se permite el ingreso del público, el
cual rememoraba, impactado, la tragedia de una reciente guerra, que había
vivido y padecido.
ILUSTRADOR HISTÓRICO
Juan Lepiani (Lima, 1864 – Roma,
1932) mostró temprano interés por la pintura histórica. Fue discípulo del pintor
español Ramón Muñiz. En Europa, a donde viajó para desarrollar su técnica, realizó
copias de obras de Rafael y Tiziano, entre otros. En total realizó 34 cuadros,
de los cuales 10 son sobre historia nacional.
“La visión histórica de Lepiani
abarca desde la llegada de los españoles hasta la República. El único cuadro
con presencia inca es ‘La captura de Atahualpa’. Ello se deba, quizá, por lo
complicado que era conseguir registro visual y documentos del Tahuantinsuyo. Para
los pintores del siglo XIX, la fuente documental eran los textos. Y, tras su
viaje a Europa, Lepiani no contaba con ese material, por lo que, muchas veces,
solicitaba imágenes y recortes que le enviaban del Perú”, indica Saldaña, licenciada
en Historia del Arte por la Universidad San Marcos y autora de la tesis.
Los cuadros más representativos
de Lepiani son “Los trece de la Isla del Gallo”, “El asesinato de Pizarro”, “La
conferencia de Punchauca”, “La proclamación de la Independencia”, “La
respuesta”, “El último cartucho”, “Alfonso Ugarte”, “El ingreso de Piérola por
Cocharcas”, entre otros, que tienen presencia obligatoria en los libros, nos
permiten evocar la historia y pertenecen al imaginario popular.
Si bien Lepiani no abordó la época preinca, el virreinato o la figura de Miguel Grau, resalta su admiración por Francisco Bolognesi, la cual se basaría, probablemente, porque, cuando se declaró la guerra del 79, el héroe nacional ya estaba retirado del Ejército. Por ello, dos de sus principales cuadros tienen como elemento central a Bolognesi: tanto “La Respuesta”, como “El último cartucho”. Ambas pinturas, ubicadas en el Museo de los Combatientes del Morro de Arica, permiten diversos análisis.
Juan Lepiani (1864-1932) tituló a esta pintura como “El último cartucho”. Es la imagen que sale en todos los libros de historia. El cuadro en su real tamaño (4.90 x 2.94 m.) es impactante. Me quedé observándolo y quiero destacar algunas escenas, desde la visión de un aficionado. pic.twitter.com/adBMCjmdIy— Eduardo Sosa (@EduardoSosaV) 20 de agosto de 2018
“La respuesta”, cuadro pintado por Juan Lepiani en 1894. Recrea el momento cuando Francisco Bolognesi indica, al mayor del ejército chileno Juan de la Cruz, que pelearía “hasta quemar el último cartucho”. Óleo sobre tela (2.75 x 3.83 m.). pic.twitter.com/M7zosPbCoW— Eduardo Sosa (@EduardoSosaV) 26 de agosto de 2018
NARRATIVA HISTORIOGRÁFICA
Siempre está el criterio de
verificar si la representación en el cuadro coindice con el suceso histórico,
analiza Saldaña. “Lo cual es complicado porque en el siglo XIX, con movimientos
como el romanticismo o el arte pompier, que es donde ubico a Lepiani, se decía
que el artista, como tal, tenía libertad en su representación con la intención
primordial de que el mensaje llegue al observador sin considerar la exacta
verosimilitud o no con el suceso. Tengamos en cuenta, además, que pintar un
cuadro histórico es complicado, sobre todo al comparar las fuentes”, considera.
No obstante, resalta que Lepiani
siempre tuvo el deseo de hacer representaciones muy cercanas al suceso
histórico, como consta en sus documentos, manuscritos y cartas, que mantenía
con Ricardo Palma o con el historiador Emilio Gutiérrez de Quintanilla, a
quienes les pedía información, durante su estancia en Europa, para pintar, por
ejemplo, “La proclamación de la Independencia”.
"La captura de Atahualpa" |
Además del estudio que hacía en
los escenarios “reales”, como el morro de Arica o en Miraflores, escenario de la
defensa de Lima, tras lo cual pintó “La defensa del tercer reducto de
Miraflores”.
Es así que Saldaña encontró, en
su archivo, recortes periodísticos con imágenes de La Serna, San Martín o Grau. La investigadora resalta
que Lepiani siempre tuvo la intención de representar a un héroe en sus cuadros.
De hecho, en una de sus cartas, el pintor explica que, cuando representó a Francisco
Bolognesi o Alfonso Ugarte, “personas dignas de aprecio”, buscaba rendirles
homenajes por haber dado su vida a la Patria y para que, en la posterioridad,
se sepa sobre sus sacrificios. Lo logró.
Otros cuadros de Lepiani.