8 de octubre de 2016

Hermanos, muchísimo por hacer: informe sobre las brechas en infraestructura en el Perú

"Hay, hermanos, muchísimo que hacer" se puede leer en «Los nueve monstruos», poema de César Vallejo, que en el caso del desarrollo de infraestructura en nuestro país encuentra una de sus más exactas ejemplificaciones. En este informe, publicado en la revista Business Empresarial, se evalúa el panorama del tema desde distintas perspectivas: su problemática, los sectores más urgentes, la situación en regiones, así como las soluciones propuestas por expertos y los beneficios que implica desarrollar infraestructura.


En su primer mensaje presidencial, ante el Congreso de la República, el 28 de julio de 2016, Pedro Pablo Kuczynski pronunció seis compromisos de Estado que implementará durante su gestión, entre los que está, textualmente: “construir la infraestructura para el desarrollo que con tanta urgencia necesitamos”.

Y es que, por ejemplo, según un estudio elaborado por la Asociación para el Fomento de la Infraestructura Nacional (AFIN) y la Escuela de Gestión Pública de la Universidad del Pacífico (UP), la brecha en infraestructura, para el periodo 2016-2025, alcanza los US$ 159,549 millones (ver imagen).





Ricardo Manrique, presidente del Comité General de Obras de Infraestructura de la Cámara Peruana de la Construcción (Capeco), indica que la brecha es fuerte “porque no es fija”. Explica que, si bien en los últimos años se avanzó en aspectos específicos, hay otros en los que no se lograron los objetivos o en los que, básicamente, hay “lentitud en definir el camino a tomar”.

Uno de los autores del referido estudio, Julio Aguirre, manifiesta que la situación en infraestructura nos permite medir cómo está competitivamente el país. Por ello indica que, si se revisan las últimas estimaciones que calculó el World Economic Forum, no hay mayor variación en la posición del Perú en términos relativos con otros países. Coincide en que esa ralentización en competitividad estaría explicada, básicamente, por la lentitud “en que salgan los proyectos” y por demoras para destrabar ciertas adendas, por ejemplo.

Manrique añade que los intentos por atacar la brecha causaron, generalmente, problemas de eficiencia. “Es decir, lo haces rápido, pero en general no es tan bueno como cuando lo haces lento. Lo haces lento y la infraestructura está fuera de plazo”, explica.

Agrega que, en ese proceso, se siguen generando más necesidades porque la brecha se extiende desde que somos República, pero, a su parecer, quizá los últimos 5 años fueron “los más sordos en temas de conversación entre el sector privado y el público”, lo cual repercutió en las demoras en las concesiones que, por ejemplo, se ven a través de ProInversión.


SECTORES
Aguirre, quien además es docente e investigador de la Universidad del Pacífico, indica que los sectores donde la brecha es más marcada son los que dinamizan la economía: transportes, energía, telecomunicaciones.

Por ello, al citar cuáles deberían ser los proyectos a priorizarse señala que, en transportes (cuya brecha es mayor a los US$ 57 mil millones), según el estudio citado, en el que se hizo una aproximación de proyectos que deberían priorizarse entre 2016 y 2025 sobre información recopilada de ProInversión, ministerios y otras fuentes, están los metros de Lima, el Ferrocarril Nor Andino, el Ferrocarril Barranca-Lima-Ica, el Anillo Vial Periférico, la modernización de varios aeropuertos del país, así como terminales portuarios, entre otros.

En energía (cuya brecha calculada es de más de US$ 30 mil millones) se tienen identificados proyectos como el gaseoducto sur peruano, la ampliación de cobertura de electrificación rural, entre otros. En tanto, en telecomunicaciones (brecha superior a US$ 27 mil millones) resaltan proyectos en antenas de telefonía móvil, instalación de banda ancha en varias regiones, así como el sistema de atención de emergencias y urgencias para Lima Metropolitana y Callao.

Manrique refiere que, en general, en todos los rubros hay pendientes. “Hay proyectos que deberían destrabarse en el sentido de sentarse en una mesa las partes y encontrar una solución y no dejarnos envolver por formalismos o por burocracia”, indica. Añade, también, que se debe priorizar la infraestructura para los Panamericanos del 2019.


FACTOR AGUA

Además de “construir la infraestructura para el desarrollo”, el primer compromiso de Estado del presidente, en su mensaje ante el Congreso, dice: “llevar agua y desagüe a todos los peruanos”.

PPK: "Agua y desagüe a todos los peruanos". Foto: Perú.21
Para Manrique queda claro que, para este gobierno, la infraestructura en saneamiento es una meta programática. “Es un rubro bastante caro de ejecutar y poco amigable políticamente porque tienes que romper vías y para poner un caño en una casa tienes que hacer toda una infraestructura previa: sacar la captación, tratar el agua, ver a donde llevar el desagüe… hay toda una inversión, pero es algo que hay que atacar porque es fundamental”, indica.

Según el estudio de AFIN y la UP, la brecha en el sector es de más de US$ 12 mil millones y entre los principales proyectos en cartera están las obras de cabecera y conducción para el abastecimiento de agua potable para Lima, además de varias por realizarse al interior. 


REGIONES

A nivel regional, Julio Aguirre indica, en base al Índice de Competitividad Regional (Incore) en Infraestructura elaborado por el Instituto Peruano de Economía (IPE), que en los últimos años (2014, 2015 y 2016) al ser Lima, Arequipa y Tacna las regiones en los primeros tres lugares, invariablemente, es evidente el centralismo y el desarrollo de las regiones de la costa (ver cuadro).




¿Cuál es la explicación? Sostiene que hubo un descuido en el gobierno central en preocuparse por los responsables regionales en infraestructura, para que tengan las capacidades de gestionar proyectos de gran magnitud, que involucran de millones de dólares.

Para Manrique son tres problemas que suceden, generalmente, en las regiones y municipios: capacitación, contar con una cartera de proyectos por ejecutar y los recursos.

En el primer punto, explica que, habitualmente, sucede una curva de aprendizaje en regiones y municipios cuando hay elecciones, a diferencia del gobierno central o en ministerios, donde la base de funcionarios es casi estable. “Al interior se da a la inversa, entran el primer año y comienzan de cero el circuito de aprendizaje. El segundo año están conociendo, el tercer son funcionarios preparados y el cuarto logran empujar proyectos, pero los cortan y al año siguiente el ciclo empieza de nuevo”, refiere.

En el segundo caso, sostiene que lograr aterrizar un proyecto puede tomar entre 4 a 7 años. “Entonces, si entra un gobierno regional y no hay una cartera de proyectos en desarrollo es poco probable que ese gobierno termine de ejecutar lo que iniciaron”, explica. Tercero, todas las regiones y municipios tienen dos realidades en la actualidad: “O nunca tuvieron canon y no tienen recursos, desde siempre, o tuvieron canon y tenían mucha plata y ahora tienen menos porque no hay ninguna región, ni municipio que, a la asignación del 2016, haya recibido más canon del que tuvo, por ejemplo, el 2014”.

Por regiones, como muestra el Incore, las brechas en infraestructura son mayores conforme es más la distancia de la capital y de la costa. “Costa no es perfecta, pero está más desarrollada. Luego sigue la sierra, con falta de infraestructura en, por ejemplo, Andahuaylas, Apurímac, Ayacucho. Y de ahí tienes la selva, donde hay casi todo por hacer”, sostiene Manrique.

Explica que la selva ha estado relegada de los grandes proyectos por conectividad y costos, ya que, por ejemplo, hacer una carretera requiere 5 o 6 veces más recursos que si se hiciesen los mismos kilómetros en la costa, además de que se integra mayor población.

Aguirre refiere se debe mirar con urgencia a ciudades de la sierra-sur y selva-norte que son las regiones más demandantes. “En la Amazonía, los proyectos de hidrovías son importantes porque hay un tema de multimodalidad: conectarte permite desarrollo de comercio. Tienes un corredor económico claro”, manifiesta. 


SOLUCIONES

Según el mencionado estudio, denominado “Un Plan para salir de la pobreza: Plan Nacional de Infraestructura 2016 – 2025”, se estima que para cerrar la brecha, en ese periodo, se requerirán, aproximadamente, US$ 160 mil millones, lo cual implica una inversión promedio anual del 8.27% del PBI (US$ 15,955 millones anuales).

Se sabe que, como manifestó el primer ministro Fernando Zavala, al solicitar al Congreso el voto de confianza al Gabinete Ministerial, a mediados de agosto, el gobierno buscará cerrar la brecha de infraestructura en 50% en el próximo quinquenio, para lo cual se destrabará una cartera de proyectos ascendente a US$ 18,000 millones de dólares en el plazo de dos años e incrementará la inversión en infraestructura hasta en 6.2% del PBI.

Fernando Zavala ante el Congreso. Foto: La República.

Al respecto, Aguirre recuerda que, actualmente, se invierte en infraestructura alrededor de 4% a 5% del PBI, por lo que todavía falta un impulso mayor. Manrique, en tanto, recuerda que para cerrar la brecha se tiene que crecer no menos de 6% al año. Advierte que si se para la inversión en infraestructura, lo requerido no seguirá siendo 6% porque “lo que no se haga, se irá acumulando”.

El investigador de la UP apunta a soluciones como impulsar la inversión privada y pública, que, como refiere, en los últimos años tuvo saldos negativos. Además, recomienda que se creen ProInversiones en las regiones, lo cual vaya acompañado con dotación de know-how y entrenamiento a funcionarios para que sean capaces de evaluar y gestionar los proyectos. “Las funciones de los reguladores debe descentralizarse hacia las regiones. Ellos ya cuentan con lineamientos de regulación, tienen reglamentos técnicos para fijar tarifas, de marco de acceso. Ese tipo de lineamientos deberían ser también utilizados como referencia”, añade.

En ese sentido, sostiene que una de las grandes debilidades que tiene el país es que ningún gobierno tuvo un Plan Nacional de Infraestructura. “Lo que hay es una serie de planes sectoriales: tenemos el MTC que lanza su Plan Nacional de Ferrocarriles o MVCS de Viviendas, pero no pueden ser vistas como islas, tiene que ser un plan integrado e intersectorial”, refiere.

Señala que la fuente para atraer inversión son las: Obras por Impuestos, Asociaciones Público Privadas (APP) o iniciativas privadas. “Las APP son adecuadas porque ganas proyectos con una gestión eficiente y eso le permite al gobierno liberar recursos públicos que puedan ser destinados en otros sectores como educación o salud”, añade.

Manrique adiciona que han sido muy pocos los espacios donde se pueda trabajar técnicamente entre los gremios, la sociedad civil y el Estado. “No hay un Consejo Nacional de Infraestructura, ni un Plan Nacional de Infraestructura: faltan componentes para una planificación”, refiere.

A partir de ahí, completa que el nuevo gobierno tiene que establecer cómo pretende priorizar los recursos, qué hará y cuáles soluciones buscará. “El problema es que hoy tienes un gobierno económicamente más débil que hace 5 años. Entonces se requiere imaginación, cuidado, buscar más opciones y rapidez para tomar decisiones. Somos creyentes absolutos, y por eso existen los gremios, de que debe haber una comunicación fluida, constante y estructurada”, advierte. Refiere que lo pendiente, también, como gobierno central, es acompañar a las regiones y municipios para alinear las políticas nacionales, con las regionales y con las municipales. En ese sentido, previene que hoy, lo que tenemos al frente es una realidad: somos un país con futuro, pero sin tiempo.



BENEFICIOS

Además del bienestar en la población, según el estudio de AFIN y la UP, se estima que el impacto al cerrar la brecha en infraestructura beneficiará, como efecto indirecto, a distintas actividades productivas como, por ejemplo, la agrícola.

También se indica que, mientras el costo de realizar las inversiones para cerrar la brecha estimada representa, en promedio, 8.27% del PBI anual, los beneficios totales estimados alcanzan 14.5% del PBI promedio anual durante el período 2016-2025, “con lo que el beneficio neto es claramente positivo (debido al multiplicador de la inversión) e incrementarían anualmente la Población Económicamente Activa (PEA) en 14.26%”. Se añade que la reducción estimada de la pobreza a nivel nacional sería de aproximadamente 6% anual.

Ricardo Manrique indica que está demostrado que cualquier sol invertido en infraestructura pública tiene un retorno de 1.44. “El efecto sobre la economía es mayor porque infraestructura mueve mano de obra, no calificada y calificada, y componentes importantes como: cemento, fierro, agregados, ladrillos, transporte… la consecuencia es mayor porque la construcción, a diferencia de la industria, tiene resultados cruzados con toda la economía”, refiere.

En perspectiva, señala que el problema de infraestructura es dinámico, ya que, en un periodo de años, el concepto de lo que debes incluir en infraestructura cambia y generalmente crece. “Por ejemplo, hace 15 años no se calculaba que dentro de las prioridades de infraestructura estén telecomunicaciones o redes dorsales, por Internet que ahora es un componente importante”, sostiene. Mañana aparecerá alguna otra necesidad generada por la tecnología y la infraestructura se tiene que adecuar a eso, concluye.



Este informe se publicó en la edición Nº 31 de la revista Business Empresarial.


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3 de octubre de 2016

Emprendedores del nuevo Perú: la historia de crecimiento (y las expectativas) del grupo Zárate Verástegui

La segunda generación del grupo Zárate Verástegui busca seguir expandiendo su cartera de servicios, tanto en los rubros educativo, inmobiliario y gastronómico, además de diversificarse en otros sectores. En esta nota, escrita para la revista Business Empresarial, su gerente general relata cómo, desde Huancayo, iniciaron su desarrollo; además de sus proyecciones a corto y mediano plazo. 

Segunda generación. José Luis Zárate Verástegui, entrevistado para este texto. Foto: Pedro Baca (Business Empresarial).

Las experiencias que más marcaron al grupo Zárate Verástegui sucedieron en el proceso de alternancia generacional: al ceder la posta los padres fundadores (la primera generación) a los hijos innovadores (la segunda generación). Ello porque, en esa transición, las nuevas cabezas debieron adecuar a los trabajadores al cambio: de cómo se hacían los manejos antes a cómo se proponían hacia el futuro.

Con ese fin, José Luis Zárate Verástegui, el actual gerente general de la corporación, conversó con cada colaborador. Partió de la premisa de que toda persona tiene una fortaleza, la cual buscó engranar con las metas de la organización. Tenía 25 años cuando asumió el cargo, por lo que ese proceso de coordinación con trabajadores que le duplicaban la edad, le enseñó más que cualquier diplomado. En algunos casos, hicieron recolocaciones. No tuvieron gran deserción.

Luego instaló la visión que proponía la segunda generación, bajo una gestión democrática y horizontal, que cree en la experiencia de cada trabajador y que pedía confianza en la intuición de ellos: los jóvenes innovadores. 

Desde entonces, nuevos proyectos y planes de expansión, para ingresar a otros rubros, además del educativo, gastronómico e inmobiliario, se han sumado a las metas de la corporación que, en promedio, crece 23% al año y, para el siguiente, estiman llegar al 25%.

En perspectiva, José indica que algunas fortalezas que les permitieron pasar de 5 trabajadores (los fundadores más tres profesores) a alrededor de 300 colaboradores, se basan en los valores de la corporación, el aprendizaje constante, contar con técnicos expertos en cada rubro, que complementen su know-how empresarial, y la perseverancia.

PRIMERA GENERACIÓN
En 1985, José Zárate, docente, y Rocío Verástegui, administradora, ambos de Huancayo, emprendieron un proyecto educativo para reforzar los conocimientos de los estudiantes. Primero formaron un grupo de estudio, luego una escuela de matemática que convirtieron, posteriormente, en academia preuniversitaria, en 1988.

“Es una historia inspiradora. En la academia, que al inicio estuvo en la casa de mi papá, notan ciertas falencias en la oferta escolar, por lo que emprenden el colegio Zárate Verástegui, en 1994”, refiere el empresario. 

José, el hijo, quien llegó a la gerencia en 2011, tras ganar experiencia en distintos puestos, rememora que, años después, se emprendió la iniciativa de sacar la marca, Colegios y Academias Zárate, mediante franquicias, de la región Junín, en donde ya se habían consolidado. 

Posteriormente, en 2012, fundan la inmobiliaria, aprovechando un patrimonio familiar y el desarrollo del sector en Junín. Pero el momento clave sucedió a fines de 2014: determinaron, con claridad, la visión a mediano y largo plazo. “Se empiezan a tomar decisiones en cada uno de los rubros que establecieron la perspectiva del grupo, basada, principalmente, en la consolidación de los rubros educativo, inmobiliario y, ahora, el gastronómico”, indica. 

EDUCACIÓN 
La oferta educativa del grupo se divide en tres: colegios (inicial, primaria y secundaria), academias e instituto. 

Foto: página web del colegio Zárate

En cuanto a colegios, cuentan con dos sedes en Huancayo. La segunda sede, que iniciará admisión en 2017, tiene 9 mil metros cuadrados (m2), de los cuales 5 mil son para esparcimiento; además de aulas hexagonales, para desarrollar clases más eficientes, interactivas y tecnológicas. “Tiene una inversión a largo plazo, pero la primera que se destinó es de S/. 3.5 millones”, indica. 

El 2017 lo esperan culminar, en total, con cuatro sedes (sumarían sedes en Arequipa y Lima, en Santa Clara, mediante franquicias asociativas, con inversión compartida de S/. 2.5 millones, aproximadamente, cada una). Para el 2018 apuntan a regiones como Chiclayo y Cusco, con lo cual concretarían su perspectiva de contar con 24 sedes al 2021, en las principales ciudades, ya sea mediante sedes propias o franquicias. “Pensamos que la fórmula ideal sería un 30% franquicias y un 70% sedes”, refiere. En total, proyectan destinar cerca de S/. 75 millones.

El administrador de profesión manifiesta que su estrategia se basa en ingresar, primero, en provincias y, después, abarcar a la capital. En Lima priorizarán distritos de las periferias, por el target que manejan. “Al 2021 estamos calculando unas seis sedes en Lima, entre Lima Norte y Lima Sur”, detalla. 

Explica que la oferta educativa de los colegios no es solo académica, sino integral. “Propone una formación innovadora en sus procesos de enseñanza-aprendizaje: más experimental. Somos eclécticos, no tenemos una metodología definida. Son varias que tomamos porque creemos en cada persona tiene una forma diferente de aprender”, indica. Lo cual se complementa con, por ejemplo, cursos de emprendimiento, idiomas (tienen un convenio con la Alianza Francesa), informática (trabajan con INFO PUCP), teatro, aeróbicos, entre otros. 

En relación a las academias, ahora tienen 4 sedes (Satipo, Huancavelica, El Tambo y Chupaca). Para el 2017 planifican tener otras dos academias, en Tarma y en La Merced. “Pero, para decidir, primero vamos a consolidar las que tenemos y ver su comportamiento”, declara. 

En Lima, explica, falta investigar el mercado, además de que la competencia es alta y, en los últimos años, su performance no ha sido el más adecuado debido a los accesos y costos de las nuevas universidades. “Es un buen nicho, pero vamos a consolidarnos en Junín. Y si vamos a abarcar este rubro, iremos a otras provincias. Todavía no en Lima”, sostiene.

El instituto superior, llamado Itesa, entrará en funcionamiento en enero de 2017, en Huancayo, ofrecerá cinco carreras técnicas, como administración o diseño industrial, y contó con una inversión aproximada de un millón 800 mil soles. 

¿Proyectan fundar una universidad? José Zárate declara que, antes que una universidad, planean contar con más sucursales del instituto. “Vemos más oportunidades con la Ley de Institutos que se está desarrollando, además de la necesidad laboral”, explica. 

Colegio Zárate. Foto: Business Empresarial.

GASTRONOMÍA
El 2014, el año clave, además de decidir la visión del grupo se tomó la determinación de desarrollar un restaurante, con miras al 2015. “La propuesta con Pedrasa a la Brasa fue una iniciativa gastronómica basada en platos a la brasa con fusión andina, que a la vez es un entertainment porque tenemos eventos dentro del restaurante, además de subunidades, que complementen la oferta gastronómica,” indica.

Sus proyecciones de expansión, tras consolidar esta primera experiencia, consisten en tener 5 sedes al 2018. “Teníamos ubicados distritos como Surco, pero los pusimos en evaluación, por cómo se ha percibido el restaurante y el segmento que se está abarcando. Se está pensando ponerlos en malls que sí dan ese tipo de flujo. Se ha conversado con Open Plaza, con el Grupo Centenario, que ven algunos malls para la entrada a estos centros, hacia el 2018”, adelanta.

También planifican tener presencia internacional, con la línea gastronómica, para lo cual han hecho evaluaciones en Colombia y Chile, pero explica que “sus planes son de adentro hacia afuera”: consolidarse y complementar su propuesta con subunidades. No obstante, para el 2017 tienen un proyecto de expansión, en Madrid, en formato franquicia.  

Además, también trazan desarrollar otras dos propuestas gastronómicas, al margen de platos a la brasa, a partir del 2020.

INMOBILIARIA 
Z&V Inmobiliaria, la empresa del grupo dedicada a la construcción, viene desarrollando, en la actualidad, la segunda etapa de la planicie de San Carlos (Huancayo). La primera etapa estuvo conformada por lotes y casas y la segunda son 128 departamentos, próximos a lanzarse, de 88 m2, en promedio, y tomó una inversión de S/. 9 millones. En total, en ambas etapas, invirtieron S/. 24 millones. 

Para el 2017 lanzarán dos proyectos: en Huancayo, en El Tambo, con cerca de 24 departamentos; y en Lima, en Carabayllo, de 18 mil m2, consistente en lotes y casas, que tomó una inversión cercana a los S/. 17 millones.

En el mediano plazo, José Luis Zárate Verástegui comenta que hay en cartera otros proyectos  pero no tienen fecha definida. En parte, explica que el último año no ha sido muy bueno en el rubro, como los anteriores, pero sí ha mantenido su performance en Junín. “¿Al 2018? Hay algunas cosas, pero los ciclos de vida de esos proyectos (en El Tambo y Carabayllo) son de tres años. Estaremos en eso”, refiere. 

No obstante, indica que Tacna tiene un potencial interesante para desarrollos inmobiliarios, seguido de Junín y Chiclayo. De hecho, comenta que están en coordinaciones con empresarios para, mediante un proyecto de asociación, trabajar en el Norte (Piura, Trujillo y Chiclayo). Empero, reitera que su prioridad sería ir a Tacna, en 2018.

Z&V Inmobiliaria y Constructora. Foto: Business Empresarial.

GRUPO 
En la actualidad, la corporación es una empresa familiar con una visión clara de consolidarse en los rubros donde tiene presencia, además de ingresar a otros con miras al 2018 y 2021. 

Uno de ellos, vinculado al rubro inmobiliario, sería, a largo plazo, la hotelería. “En la visión que nos hemos puesto, el cuarto rubro es hotelería. Vamos a ir consolidando cada uno en los que se está avanzando, sobre todo el tema gastronómico, que es parte de la experiencia para la hotelería y de ahí migraríamos hacia ese sector”, indica.

Detalla que, primero, sería una propuesta nacional, ya que, si bien les ofrecieron terrenos en Orlando, “no nos vamos a aventurar: primero será a nivel nacional”, reafirma.

A nivel general, es el rubro educativo el que les genera más ingresos, con un 55% a 60%.

Al hacer un balance, refiere que el mayor obstáculo que han tenido han sido las restricciones en algunos municipios. Empero, resalta que el peruano es emprendedor. Por lo que, además de los planes escritos, contemplan alianzas y/o fusiones como otra de sus opciones, lo cual, aunado a sus buenas expectativas sobre el futuro del país, y a algunas políticas anunciadas, como la reducción del IGV, les permitirá seguir creciendo.

***
Parte de este texto se publicó en la edición Nº 31 de la revista Business Empresarial.

Las fotos fueron tomadas, según su orden de aparición, de: (1) Pedro Baca (revista Business Empresarial), (2) página web del colegio Zárate (www.colegioszarate.edu.pe), (3) revista Business Empresarial, (4) revista Business Empresarial. 
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