Pulmón del Perú. Órgano vivo de la sociedad peruana, decía de ti Alfredo Bryce Echenique. Nudo de inquietudes, plaza de victorias, mencionaba Juan Gonzalo Rose. Institución inconformista y crítica, te describía Mario Vargas Llosa. Para Rubén Vargas Ugarte: el bastión de la peruanidad. Activa siempre en los sucesos que marcan la Historia del Perú. Durante la proclamación de la Independencia, en la fundación de la República, en la Guerra del Guano. Ahí está tu gloriosa historia.
¡Adelante San Marcos gloriosa! Siempre a la vanguardia. Universidad Mayor. En cada época actualizándote a los cambios sociales y necesidades del país. Siempre acorde a las demandas científicas, humanísticas y tecnológicas de nuestra realidad. De tus claustros formaste hombres generosos, con vocación de servicio, amor por el conocimiento, la sabiduría y la dignidad del ser humano. San Marcos es y será siempre lo que es el Perú.
Quizá hoy estamos viviendo la peor de las crisis de la especie humana en toda la historia. Momentos en los que debemos formar un sistema educativo que desarrolle todas las áreas del saber científico. Es ese el compromiso de San Marcos con el Perú. Compromiso que debe reafirmarse para ser parte de la solución a la crisis que vivimos, como indicaba Albert Einstein cuando, en 1951, recibió el Doctor Honoris Causa de esta universidad. Llamado que también reclamaba Luis Alberto Sánchez, tres veces rector, por el bien de San Marcos, por el bien del Perú.
Si no se entiende a San Marcos, no se conoce al Perú. No se entiende al Perú, si no se estudia en San Marcos.